Welcome to my truth

10/04/2006

¿Tememos a la verdad? ¿Por qué no nos gusta que los demás sean sinceros con nosotros, transparentes? ¿Realmente compensa una mentira amable o una sonrisa falsa? ¿A quién?

Una verdad puede provocar tumultos, revuelo e incluso guerras. En cambio, las lenguas afiladas y viperinas mantienen el equilibrio universal. Si no, vean lo que pasa en Hungría... al borde del golpe de estado por la confensión de una verdad. ¿El resto de gobernantes no mienten? Pero no lo dicen. Si el primer ministro se hubiera callado, puede que hubiera sido incluso elegido de nuevo... basta con hacer dos o tres obras sociales a pocos meses de las elecciones.

"Los políticos son todos unos mentirosos" pensareis. Pasa lo mismo en el día a día. Si una amiga te dice "¡estás más gorda!" no te sienta bien... ¿quién es ella para decírtelo? Pero es cierto que lo estás. En cambio, si lo comenta con otras amigas tuyas y todas se rien comparándote con un globo a punto de explotar nunca te hubieras enterado de lo que piensan... No te enfadarías con ella, y ella seguiría riéndose de ti "sanamente" con otras amigas.

Es algo que hacemos constantemente, mentir, disimular y omitir lo que nos es natural. Las mujeres nos escondemos tras el maquillaje y los hombres con su pelo facial, su tez severa o con un traje de chaqueta de aspecto neutral. No nos comportamos de manera natural porque "está mal visto" ni decimos lo que pensamos por el mismo motivo. ¿Realmente la falsedad y la hipocresía pueden ser la base de un mundo en armonía? Quienes mienten y enredan en privado y luego tienen una sonrisa para todos están bien vistos, pero quienes dicen las verdades sin fisuras ni anestesia son tachados de alborotadores No obstante, ni a unos ni a otros nos gusta que nos digan la verdad en la cara... pero tampoco que mientan sobre nosotros a nuestras espaldas... ¿Por qué el ser humano es tan complicado?

3 comentarios:

Pablo G. Naranjo dijo...

Hola, soy Ternin, bueno Pablo, tu ex compañero sindicalista, teeleoperador y fan de los comics. He visto tu blog en el msn. Ja,jajaja, pásate por el mío y me saludas Un abrazo y me alegro de poder leerte.

Santi Ausente dijo...

Según Jorge Bucay, las mentiras esconden una incapacidad para afrontar la realidad del mentiroso. A veces, no es que no queramos decir la verdad, sino que es más cómodo mentir, aunque a un buen amigo le venga mejor "la cruda realidad".

Mentir puede ser otro medio de supervivencia en esta sociedad.

Un saludo "beatlemano".

Anónimo dijo...

Uf!! La verdad es que tienes toda la razón, pero quizá a veces (no trato de justificar la hipocresía)la cruda realidad sea demasiado dañina... me has hecho pensar...
1 besito!

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