La verdad sobre los malos tratos

11/25/2008

Esta mañana casi me atraganto con las tostadas mientras veía la tele. Y es que si ya me repele tener que escuchar de vez en cuando la expresión "violencia de género" lo de hoy está siendo un empacho. La cosa es que resulta que es el "Día internacional de la violencia de género" que queda muy bonito llamar así al maltrato pero es un nombre equivocado de principio a fin. Por eso la ministra de igualdad ni el gobierno al completo pueden solucionarlo, porque no lo conocen, se quedan en la superficie de las mujeres asesinadas y no van a las raíces del problema.

Para empezar es necesario aclarar que es falso el que la mayoría de casos de maltrato se den por parte de hombres hacia mujeres. El condicionamiento psicológico que desemboca en el matrato no tiene nada que ver con el machismo, señores, y hasta que no nos quitemos esa idea de la cabeza no podremos avanzar. Lo que pasa es que cada sexo reacciona de manera distinta al mismo fenómeno. Un maltratador, sea hombre o mujer, cree que su pareja le pertenece. Tiene desvirtuada la idea de posesión pero la exterioriza de distinta manera. Una mujer recurrirá al chantaje emocional, al control psicológico y a las amenazas de autolesionarse. Un hombre tira de su fuerza física para llevar a cabo esa dominación. En ambos casos la persona que maltrata lo que busca es que su mente atormentada se sienta superior a la de la persona que tiene al lado, normalmente su pareja pero también pueden ser sus hijos u otros familiares.

Es por esto que las medidas sensacionalistas como llamar al fenómeno "violencia contra las mujeres" no resuelve nada y otras como las pulseritas o endurecer las penas, tampoco. Con todo eso lo único que han logrado es que el número de mujeres que interponen denuncias falsas para conseguir medidas más favorables en un juicio aumente. ¿Qué eran necesarias medidas? Claro que sí, ¿qué han hecho cosas buenas? Claro. Hace no demasiados años una víctima del maltrato (hombre o mujer) tenía que volver a la casa que compartía con su verdugo después de denunciar y si no había sangre esa denuncia jamás llegaba a ningún sitio. Pero no es suficiente.



Yo animo a que si realmente quieren resolver el problema del maltrato en nuestro país estudien la vida de los maltratadores, su familia, su infancia... Seguro que descubrirían que un alto porcentaje son hijos de hombres o mujeres maltratadores. Siendo esto así, ¿por qué no se atiende de manera especial a esos niños? ¿por qué no se les protege para que no repitan el patrón? Esos niños aprenden en sus casas que las relaciones familiares se basan en la violencia, no han tenido otro ejemplo. Cuando uno es pequeño piensa que en todas las casas pasa lo mismo que en la suya. Por eso quien no ha vivido violencia en el hogar no es capaz de concebirla y quien la ha vivido debe ser reeducado para no repetir inconscientemente lo que ha visto, ya sea en el papel de víctima o en el de maltratador.

Así que la manera de celebrar este día que debería llamarse contra el maltrato es dando voz a los hombres que lo sufren solos, maltratados doblemente pues la sociedad no les considera. Celebrémoslo afrontando el problema desde la infancia, arropemos a esos niños de los que nadie se acuerda, que no salen en los anuncios, a los que nadie les reconoce también como maltratados. Y, por supuesto, animemos a las víctimas del maltrato, sean hombres o mujeres. Que tengan terapias psicológicas de verdad, no las sesiones mensuales para quedar bien cara a la galería que se dan en los Institutos de la Mujer. ¿Saben que un alto porcentaje de maltratados vuelven con la pareja maltratadora más de una vez? ¿Saben por qué? Porque no existen mecanismos para rescatarles psicológicamente del pozo en que se encuentran. Porque siguen pensando que no son nada, que son una mierda y que sin su pareja no sobrevivirán. ¿De qué sirve ponerle una pulsera a un maltratador si su pareja va a buscarle porque se siente anulada?

Reflexionemos, porque o cambiamos la estrategia para erradicar el maltrato o nos enfrentamos a un problema cada vez más cruento, a más mujeres asesinadas y a más niños huérfanos con un futuro incierto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

he de decir que me pone de mala leche que le llamen maltrato de género, o violencia de género, es violencia, punto pelota, y tanto bombo que se le da al maltrato hacia las mujeres también me fastidia, puesto que hay hombres maltratados igualmente que mujeres

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón iMeMiNe, ya está bien de usar eufemismos, llamémosle a las cosas por su nombre y estudiemos la realidad, y hay maltrato por parte de tod@s.

Y una reflexión muy importante, nadie es dueño de nadie, cada un@ poseemos nuestra vida, en realidad es lo único que poseemos, todo lo demás, bienes materiales no tienen ninguna importancia al lado de eso.

La vida es lo más importante para cada cual y nadie tiene derecho a amargársela a nadie.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Preciosa... tendré que reflexionar tantas ideas para poder comentarte lo que de verdad pienso, pero me has dado una visión diferente que no me había planteado antes: la de las diferentes formas de maltrato mujer/hombre. Desgraciadamente le damos mucha importancia al maltrato físico (lo que está bien, incluso debería ir en aumento) y no al maltrato psicológico, que en muchos casos deja heridas que realmente nunca van a cerrar.
Posiblemente como sociedad nos sintamos más dolidos en la conciencia frente a una herida física, porque ésa no la podemos negar.
Estuviste en Galiana el miércoles? Comentó algo interesante, sobre que los niños maltratadores no eran futuros maltratadores. Y se explicó. Afirmar eso es afirmar que no tienen solución, es abandonarlos... en realidad, dijo (y le acompaño), son los niños maltratados que no reciben atención quienes, pasados los años, se dan cuenta de lo que les pasó y de que nadie quiso ayudarles... y esos sí acaban perdiéndose.
Buena reflexión, nena.
Un besazo,
Sara*

Marta G. Navarro dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Y Sara, Galiana tiene razón, si mimamos y orientamos a esos niños y niñas que en su casa han padecido las consecuencias de los malos tratos, no serán futuros maltratadores. Si no lo hacemos, si los abandonamos... Es complicado que escapen a un comportamiento aprendido tan hondamente.

Anónimo dijo...

Me ha encantado esta entrada, creo que es uno de los razonamientos mas sensatos que he escuchado con respecto al tema, y apoyo firmemente las medidas que incluyen a ninyos criados en ambientes desfavorables.

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