Conquistar con la humildad y no con la inútil pretensión de haber nacido sabiendo. Escuchar y reaccionar a lo escuchado en vez de tratar de defenderme de molinos de viento. Desarmarme ante los argumentos de los demás. Soltar de una vez por todas el peso de lo aprendido y cambiarlo por la ignorancia de no tener miedo a defraudar. Esa es una valiosa lección de esas que te regalan los auténticos maestros de oficio y de vida. Una lección que te hace estar alerta desde entonces para corregirte. Y ni mucho menos es un paso atrás caer en la cuenta de que sigues errando cuando creías conocerte a tí mismo. Es constatar que, por suerte, has conseguido ser tan solo un humano.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
1 comentarios:
Esta música me suena. Me alegra lo oportuna de la reflexión. Cuidate
Publicar un comentario