Vivir es fácil con los ojos cerrados camino al Óscar

9/25/2014

Los buenos momentos los revives en la memoria una y otra vez, una y otra vez. Como el día en que conocí a Juan Carrión, el más inquieto y más veterano de los "alumnos" de aquel curso "The Beatles: Su música y su tiempo". El más risueño, el que más preguntaba y más apuntaba. Recuerdo como si me lo estuviera contando hoy cada detalle de su odisea hasta que se entrevistó con John Lennon. Es más, a veces parece que lo hubiera vivido yo.
Tampoco saco de mi memoria lo nerviosa que estaba el día que, junto con Marina, pude ver en el cine Vivir es fácil con los ojos cerrados. Desde el primer momento tuve claro que esta película era una joya del cine. No por fanatismo ni por cariño a Juan, sino porque supieron sacar la magia del profesor y plasmarla en la pantalla. Porque como película está bien contada y es tan mágica como el hombre que la inspira.
El mundo merece conocer esta bonita historia que termina con el cuaderno de letras de Juan repleto de notas y correcciones con rotuladores de colores hechas por Lennon. Con esa promesa de visitar su escuela y con una aportación del profesor a la historia de la música: La inclusión de las letras de las canciones en la contraportada.
Y todo comenzó cuando un joven periodista almeriense, Adolfo Iglesias, decidió investigar la conexión de Almería con Lennon. Descubrió Santa Isabel, la casa en la que vivió, descubrió que el beatle sin lugar a dudas compuso Strawberry Fields Forever en la bañera de aquella casa y rescató del olvido (entre otras) la historia de Juan.
¿Y si todo este camino termina con Juan volando a la gala de los Óscar? ¿Os imagináis que el mundo entero conoce la historia de Juan Carrión? 


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