Acabar antes de empezar

12/15/2007


Desde pequeña he tenido miedo a la muerte. Pasé por esa etapa por la que pasan todos los niños en la que lo que no tiene explicación te obsesiona. Me despertaba por las noches llorando y gritándole a mi madre que si me dormía podía no volver a despertar. La pobre mía me contaba cuentos hasta que me tranquilizaba y el sueño me ganaba.

El caso es que hace un par de años volvieron esos miedos, ya casi olvidados. Al principio pensé que era cosa de esa parte de mí que no quería madurar. Desde entonces todas las noches vienen a mi cabeza pensamientos funestos: que si algún día no volveré a ver un nuevo día, que si en cualquier momento puedo perder a un ser querido, que si me iré sin haber aprovechado la vida...

He reflexionado mucho sobre el tema, pues entiendo que la única manera de afrontar un miedo es razonarlo. Me ha costado mucho encontrar el por qué, si lo pienso me parece absurdo temer a algo que tengo la certeza que ocurrirá. No obstante, dentro de mí siempre lo supe. Lo que ese temor esconde es lo descontenta que estoy con algunos aspectos de mi vida y de mi manera de actuar. A lo que de verdad temo es a que pasen los años en blanco y en mi lápida no puedan poner "Vivió siendo libre" sino "Vivió sin pena ni gloria".

En agosto me planteé un giro vital, esforzarme día a día por mejorar. Mentiría si dijera que no ha servido de nada. Por primera vez en mi vida tengo una rutina ¡y la cumplo! Pero no me basta. Miro el histórico del blog y pienso "joder, no he avanzado NADA en 6 meses". Los años pasan sin preguntar, a toda velocidad y ¿qué tengo? Odio mi trabajo, tengo un libro por escribir y otro por empezar, soy incapaz de controlar mis estados de ánimo o de trabajar cuando debo hacerlo. Solo trabajo eficientemente bajo presión y supervisión. Ni siquiera soy buena para los temas económicos, no puedo tener 3 duros en el bolsillo y quedarme un sábado en casa sin ver a los amigos.

Siento que el tiempo se me va, los 27 se acercan, luego serán los 28, los 29, los 30... y ¡riiiiiiing! mi reloj biológico explotará. ¿Entonces qué? ¿Habré terminado la carrera? ¿Trabajaré de periodista? ¿Habré conseguido objetivos que hoy me planteo como hacer ejercicio regularmente, escribir 3 veces por semana o terminar un libro? Si me preguntan hoy respondería que no, no lo haré.

Mi estúpido optimismo vital me hace pensar en el 2008 con ilusión, es mi naturaleza. Pero por las noches, en la soledad de mis pensamientos, volveré a tener miedo a que todo acabe antes de empezarlo...

2 comentarios:

one of us dijo...

...muchos ánimos con tus sueños, supongo que todos estamos un poco como tu, observándo cómo se nos escapa el tiempo entre los dedos... quizás la muerte sea un alivio, no?...

Anónimo dijo...

Uff eso me pasa a mi muy a menudo.. Cnd m kedo parada y pienso que nunca jamas voy a trabajar en lo mio... que nunca tendre mi oportunidad para brillar (soy muy obsesiva con eso).. Tu temes atu reloj biologico? ja¡¡ Yo no tengo ni novio, asi que de hijos ya ni hablemos, jaja, cnd realmnt asuma que no es un estado transitorio y decida q soy una de esas solteronas de caracter agrio que envejecen rodeada de gatos, (mas que nada pq si fueran pastores alemanes podrian devorarme y nadie lo sabria), entonces ire a un banco de inseminación in vitro e intentare no pensar en que clase de salido ha donado su esperma para que yo tenga un hijo, xq yo m imagino al tipico informatico llena de granos y ansioso por el porno... Agggg... No no m imagino un futuro muy de cuento..Pero bueno, la parte optimista es que siempre puede sorprenderme el tiempo... Con todo lo que llevod e 2006 y 2007 el q entra no lo tiene complicadisimo para brillar...

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