Any road

4/12/2010



El próximo 29 de mayo hará cinco años desde que decidí dar el salto al mundo del blog. Y, por paradójico que parezca, no tengo nada que ver con la persona que era entonces pero conservo su esencia. Como un calcetín al que le das la vuelta por completo pero no por eso deja de ser un calcetín. Lo mismo que debe pasarles a las orugas cuando se convierten en mariposas, extraño cosas que ya no tengo por muy hermosas que sean ahora mis alas.

Estos Campos de Fresas me han acompañado a lo largo de todo ese camino y se han ido transformando conmigo. Ahora me dicen que lo tengo un poco abandonado. ¡Claro! Ya no me apetece escribir acerca de las cosas que solía hacerlo y no encuentro el momento para comenzar a abordar los temas que me interesan ahora. Además está aquello que dicen de que la felicidad es inversamente proporcional a la calidad literaria y a lo mejor es cierto.

De todas maneras, como dice el título de esta entrada y, como decía el gran George Harrison, no importa el camino que tomes. Lo importante es tener claro quién eres y qué quieres de esta vida que nos ha tocado vivir. A un año de mis inolvidables prácticas en Onda Cero no me siento a recordar con nostalgia una de las mejores experiencias de mi vida, sino que estoy volcada de lleno, por fin, en ese podcast que llevo tantos años soñando. Me he rodeado de gente con una calidad personal y profesional infinita. Espero y deseo que podamos empezar a enseñar nuestro trabajo muy pronto.

En lo estudiantil estoy emocionada con mi próxima graduación, el 18 de junio. Es un símbolo de que una época de mi vida empieza a tocar a su fin, de que cuando realmente tienes un sueño y no te rindes al final, como dice Paulo Coelho, el universo conspira para que lo consigas.

En lo personal vivo un momento en que asumo que ya, sin paliativos, soy adulta con ventajas y consecuencias. He aprendido a cargar con mis responsabilidades aunque, en ocasiones, tenga que tomar decisiones duras y desagradables. Adiós, Peter Pan, adiós. Tu Wendy ha decidido crecer, así que te quedas con un niño perdido menos. Mi relación, al filo de los 12 años, también va madurando y floreciendo como todo lo que cuidas con amor día a día.

Todos los caminos que he tomado en mi vida sin saber a dónde quería ir me han llevado hasta aquí. Seguiré tomando impulso y construyendo día a día mis sueños a ver si dentro de cinco años puedo contar en este rinconcito que soy una joven madre periodista casada con el hombre de su vida y que no se acostumbra a la magia de la radio aunque la viva día a día. Seguro que entonces tengo otros anhelos porque ¿qué sería la vida sin sueños? Lo que he aprendido es a saber ver lo maravilloso que es todo lo que ya tengo, a ser sincerca conmigo misma y sacar de mi vida lo que nada me aporta y a pintarme todas las mañanas una sonrisa en los labios con la que afrontar cada nuevo día.



Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

4 comentarios:

Alberto Zeal dijo...

Buenas,

Hija, espero que no te haya molestado el comentario del solar ^^U A mí me gusta seguir tu blog, ya que sueles escribir sobre cosas razonablemente interesantes. Espero que no abandones algunos temas de los que habitualmente hablas, porque sería una lástima que lo hicieras.

Me alegra que te sientas tan realizada a día de hoy con tu vida. ¡Y mucho ánimo con tu iniciativa! ^_^

Marta G. Navarro dijo...

jajajaja, todo lo contrario, gracias a tu comentario me he planteado lo que expongo en esta entrada :P

Mindthegap dijo...

Me alegro de que poco a poco se vayan cumpliendo tus sueños Marta pero no dejes que desaparezca por completo tu parte de Wendy. ;-)

Marta G. Navarro dijo...

Gracias, wapo, un placer como siempre saber de ti y tenerte por aquí :****

Publicar un comentario

 

También en...