You saved my soul

9/13/2011

Siempre llevo encima un cuaderno en el que debería escribir las ideas que se me ocurren cuando se me ocurren. Esta mañana, yendo hacia una reunión, empecé mentalmente a escribir una entrada para este blog cojonuda. Las palabras salían solas, todo fluía. Era una estupenda reflexión sobre los 30 años que acabo de cumplir, sobre que ahora es el momento de ir a por lo que quiero en esta vida y dejarme de tonterías... Palabras que se llevó el viento mañanero de Los Remedios.

Ahí quedó la cosa hasta que hace un rato, cansada de estudiar, me puse a buscar versiones raras de Los Beatles en Youtube. Y ahí estaba, el recuerdo nítido del año en que cumplí 20, hace justo una década. Todo resumido en una frase, el título de una canción: You saved my soul, (tú salvaste mi alma).  Esta es su historia:



Era finales del 2001 y yo, a mis recién cumplidos veinte, asistía a uno de los tres conciertos semanales que Los Escarabajos daban en el pub sevillano O'Neill's. Como siempre bailaba en primera fila, junto al escenario, con Teba, Jenny y los demás habituales mientras Oni me observaba. Había conocido al grupo casi de casualidad unos meses antes y desde que fui al primer concierto ya no me perdí ninguno. Ni siquiera los que eran fuera de Sevilla: Granada, incluso Valencia. Me iba casi a la aventura, quedándome en casa de alguien del canal #beatles de IRC Hispano, ¡qué tiempos aquellos! Apenas podías encontrar páginas web y en España no se comercializaba apenas el ADSL... pero ese es otro tema. 

Volvamos a aquella noche. Como buena incondicional me quedé hasta el final del concierto para saludar a los músicos pero aquella noche no sería una de tantas. Enrique Sánchez, el guitarra solista, me llamó aparte para enseñarme la portada de un disco que llevaban preparando mucho tiempo con gran mimo y por fin iba a ver la luz:


Tomaron como base maquetas que dejó John Lennon incompletas. Las arreglaron y terminaron como supuestamente lo habría hecho él basándose en lo que del artista se conocía. Enrique me enseñó el libreto, era precioso, una maquetación excelente... miré dos veces los agradecimientos y ahí estaba mi nombre, "Marta García". Curiosamente un apellido que ya ni utilizo pero que estaba ahí, en el primer y único disco en el que he aparecido (bueno, hice algunos coros para un cantante de copla... todos tenemos un pasado, amigos).

El caso es que me emocionó muchísimo aparecer en Lennonphile. En ese momento comenzaron a pasarme las cosas maravillosas que en mi infancia, muy dura, supe que me pasarían algún día. Al poco tiempo de que terminara mi contrato con Sevilla Rock recibí una llamada del grupo citándome para una reunión. Apenas pude dormir hasta ese día y siempre tenía el mismo sueño: me iban a proponer trabajar para ellos. Tal y como habían hecho Los Beatles con Neill Aspinall yo sería su mano derecha. Llegué a la cita sudando como un pollo, deseando pasar el trance de los saludos y las introducciones banales para saber si mi sueño se cumpliría. Ese día comencé a creer que si deseas algo con mucha fuerza, si lo pones todo de tu parte, puedes conseguir lo que te propongas. Me convertí en la joven aprendiz de manager de Los Escarabajos y con ellos me quedé hasta la separación del grupo dos años después. 

De ellos lo aprendí todo, fueron como el padre que no tenía. Cada día un sitio diferente, gente diferente, otro ambiente. Cuidaron de mi, en cierto modo me protegieron porque yo estaba muy verde en demasiadas cosas. Era como un pato mareado en la puerta de una sala de baile. Ni siquiera sabían que antes de conocerles yo estaba metida en un pozo muy profundo en el que únicamente tenía a Oni para tirar de mi. Y sin saberlo, me sacaron. En aquellos dos años fui muy egoísta, viví la vida a tope, sin desperdiciar ni un segundo. Tengo recuerdos inolvidables: mi primer viaje con ellos en furgoneta con bautismo de fuego incluido, la noche que pasamos en la casa encantada con pasadizos secretos, el bar del hombre negro que siempre vestía de naranja o la que liamos en una gala de misses no recuerdo dónde. 

Diez años después escucho esta canción, el primer single de Lennonphile, y les echo mucho de menos. Porque aquellos momentos ya no podrán volver nunca, ni Los Escarabajos a los que admiré. A ellos, a las personas con las que compartí esos años, les guardaré siempre un cariño especial. Porque les debo, en parte, la mujer que soy hoy en día. Porque me dieron la segunda mejor oportunidad que me han dado en mi vida. Porque seguro que muchas cosas que vengan en el futuro será gracias a lo que aprendí de ellos. Y porque, junto con Oni, ellos salvaron mi alma.

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