EDUCAR

6/21/2013



Al final del día no te lamentes por lo que no hiciste, ya pasó, alégrate por lo que lograste y piensa en cómo hacer que el día siguiente sea aún más alucinante. 

Lo último en lo que pienses antes de dormirte y lo primero que te venga a la cabeza por la mañana al despertar será, sin duda, el sueño de tu vida. No dejes que nadie te diga que no lo alcanzarás, que no es posible o que no es importante. Sea lo que sea, mientras no haga daño a nadie.

Si tienes hijos demuéstrales que estarás siempre ahí, hagan lo que hagan, pero deja que sean independientes. La seguridad, la independencia y el amor son el mayor tesoro que puede tener un ser humano.

Lleva siempre una bonita libreta contigo y apunta en ella esos pensamientos, sensaciones, emociones que al llegar a casa habrás olvidado. No pases eso a limpio, ni lo taches ni lo pierdas. Es el mejor diario de vida que podrás encontrar. Si te pasa en casa escríbelo en un blog.

Encaríñate con tus defectos como si fueran los de tu pareja, familia o amigos. Yo me hago gracia cuando me descubro, por ejemplo, insistiendo una y otra vez para que otra persona entienda lo que quiero decir aunque eso no sea posible. 

No dejes pasar un día sin reírte, o al menos sonreír. Por muy mal que vayan las cosas, aunque ocurra la tragedia más grande del mundo. Eso te permitirá sobrevivir. 

Ama, ama mucho hasta que no te quede aire. No se puede querer a medias ni tener miedo a amar, aunque te hayan hecho daño. Quiere a quien te quiera, adórales aunque se equivoquen una y otra vez. 

¡Se puede tener un único problema y ser un amargado de por vida o tener decenas de problemas y ser la persona más feliz del mundo!

Y no querrás desaprovechar el tiempo que te queda de función antes de que baje para siempre el telón, ¿no? 

Pues como dice mi querida Maite González Noguer, alias el 50% de Lulares

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