Prefiero tantas cosas que no están bien vistas...

10/28/2014

"Riiiiiiing... Son las 6 de la mañana, las 5 en Canarias. Aquí comienza una nueva edición de Hoy por Hoy".

Hundo la cabeza en la almohada, cómodo escondite en el que no existe el tiempo ni el espacio. ¿Sigue ahí? Si. Le abrazo para que no me deje ir. Entre sábanas no existe la vida, el miedo, las obligaciones ni la inseguridad. El cuerpo se rinde a la horizontalidad y lucha para no salir de esa inercia. Es difícil huir de ese canto de sirenas del que únicamente Pepa Bueno desde las ondas consigue liberarme. "El diario de la crisis" cuenta hoy la historia de un chico que ha tenido que emigrar a otro país para labrarse un futuro. Unas gotas de drama, otra vez esa España del callejón sin salida... Me levanto de un bote, me indigno y me opongo a rendirme. La lucha es el mejor complemento vitaminado, chute instantáneo de pasión y energía. Chewbacca se asusta, Blanco salta de la cama. Me miran sin entender por qué he roto su equilibrio emocional. 


Tarde, tarde, voy muy tarde. Complejo de conejo blanco de Alicia. Si no te enfrentas a ellos, los miedos te perseguirán toda tu vida hasta alcanzarte. Y corren más que tú. Maquillaje anti-inseguridades, desayuno de propósitos y tacones para pisotear los "no puedo". Me transporta hasta el centro el ingenuo convencimiento en que si no te rindes los sueños se hacen realidad. 

Bla, bla, bla... bla, bla, bla... Enciendo el micrófono y recibo a mi primera invitada. Entrevista en profundidad con la chica que vende pañuelos frente a la Catedral. De exquisitos modales, de belleza obstinada y piel brillante. Twitter se desborda de preguntas para la muchacha, de dulce voz y hablar pausado. Se emociona al comentar que en los seis años que lleva en Sevilla es la primera vez que los españoles intercambian con ella algo más allá del "¿cuánto cuesta cada paquete?" "dame uno, anda". 

Aplauso generalizado para la invitada. Dejo el directo en buenas manos y me centro en los 60 minutos creativos del día. Hoy han sido 10 de meditación, 20 de lectura automática, 20 de juegos infantiles y 10 minutos enteros descubriendo qué formas tienen las nubes. Tumbada en el césped, en la terraza del coworking. 


Bla, bla, bla... Tuits, posts, difusión,... comunicar, comunicar, comunicar... Vuelta a las ondas para la tertulia joven, después lápiz virtual y papel en el que plantear la estrategia de los siguientes dos meses. Aprender, compartir, viajar,... disfrutar trabajando hasta tener agujetas en las pestañas. Mañana, charla: La comunicación y los broches de fieltro.

Abro de par en par las puertas del pub. "¡Camarero! Un Southern con cola". Necesito una copa de buena música con la que avanzar, con paso decidido a ritmo de 4/4, hasta el grupo. Buenas conversaciones, mi salsa de ingredientes aprendidos pero no siempre combinados en su justa medida... "Prefiero discutir sobre los temas que aunque no sean mi problema resulten interesantes". "Prefiero no medirme la entrepierna... prefiero ser tan púdica, a veces no ser única... Prefiero tantas cosas que no están bien vistas preferir"...

¡Coño! Me he vuelto a quedar despierta soñando a Antílopez. 


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

También en...